Qué se puede reportar y qué no
En las elecciones legislativas del 2025 en la provincia de Buenos Aires, vuelve a surgir un tema habitual en cada jornada electoral: la difusión de los sondeos de boca de urna. Estos estudios, que se realizan a la salida de los centros de votación, buscan anticipar cómo votó la ciudadanía, sin embargo, su publicación tiene regulaciones bastante estrictas según la legislación argentina.
La Cámara Nacional Electoral (CNE) establece que está prohibido difundir resultados de estos sondeos, proyecciones o estimaciones de voto antes de las 21 horas. Solo a esa hora se permite la divulgación de datos oficiales provisorios, garantizando que tanto los medios tradicionales como las plataformas digitales y redes sociales respeten esta restricción.
A pesar de estas limitaciones, se pueden comunicar ciertos aspectos durante el día de la elección. Por ejemplo, se puede informar sobre la participación ciudadana, la normalidad del proceso electoral, y detalles logísticos como la apertura de mesas y la cantidad de electores habilitados. Es importante señalar que también se permiten encuestas publicadas hasta las 8 de la mañana del viernes anterior a la elección, siempre y cuando se mantenga el cumplimiento de las normativas.
Si alguien incumple con esta prohibición, los responsables pueden enfrentar sanciones económicas que van de $10.000 a $100.000, y hasta podrían recibir inhabilitaciones. Así que, mientras las redes sociales pueden estar llenas de rumores o cifras no oficiales, la única información confiable hasta las 21 horas será la que brinde la CNE.
¿Qué son los boca de urna y para qué sirven?
Los sondeos de boca de urna son encuestas rápidas que se realizan a los votantes al salir de los colegios electorales, con el objetivo de estimar el comportamiento del electorado. No son resultados oficiales, sino aproximaciones estadísticas que buscan anticipar tendencias.
Generalmente, estos sondeos son elaborados por consultoras privadas, universidades o equipos de investigación especializados en opinión pública. A menudo, son encargados por partidos políticos, medios de comunicación, e incluso inversores que desean medir el posible impacto electoral en los mercados.
Es importante tener en cuenta que su margen de error puede ser alto. Esto se debe a que algunos votantes pueden negarse a participar o a sesgos en las muestras. Sin embargo, siguen siendo una herramienta útil para interpretar la jornada electoral antes de que se difundan los resultados oficiales.